martes, 24 de enero de 2012

El Rugby como Deporte



 Escrito por Carlos "Veco" Villegas (1945-1989). Jugó en el Liceo Militar y fue entrenador nacional de los "Pumas" entre 1974 y 1977....

El Rugby es un medio para divertir, relacionar  y educar.
Según la historia escrita el juego del Rugby nació, cuando Williams Webb Ellis, haciendo caso omiso de las reglas del Football de entonces, tomó la pelota con las manos y empezó a correr con ella en el Colegio de la Ciudad de Rugby, en Inglaterra. En realidad el juego nació muchísimo tiempo antes y se fue transformando de una determinada manera hasta llegar al Rugby actual en que, sin temor a equivocarnos, podemos asegurar que es el juego más equilibrado, más balanceado y más perfecto que existe para el Hombre


Es así que en este juego los principios éticos, filosóficos, técnicos y tácticos están permanentemente entrelazados para configurar un deporte absolutamente único. Pretender enseñar el Rugby partiendo de bases exclusivamente técnicas o tácticas puede llevar a un error fundamental y pretender enseñarlo únicamente basado en sus tradicionales principios filosóficos que conforman el espíritu del juego puede llevar también a un error, puesto que no se logra así materializar cosas que  se pueden conseguir a través del juego. Es por ello esta introducción referida a los principios fundamentales del juego; principios que nosotros, como encargados de transmitirlos a los jugadores, nunca debemos perder de vista para bien y gloria del Rugby amateur. Luego como aplicación práctica de esos principios fundamentales, aparecen principios que nos ayudan justamente al desarrollo de lo que uno pretende de nuestro juego dentro y fuera de un campo de juego.
Nunca olvidemos que los entrenadores y colaboradores de equipos somos los que estamos en mayor contacto con los jugadores y no los dirigentes, ni los árbitros, o sea que nosotros somos los primeros responsables de mantener el espíritu y las tradiciones del juego.
En Rugby, los encargados de los equipos no deben buscar excusas ante fallos de los árbitros.
Nosotros tenemos que asumir la responsabilidad de que el juego sea transmitido de generación en generación, como ha venido ocurriendo hasta ahora; somos los que tenemos que aceptar dejar de lado los pequeños gustos, deseos u opiniones personales en aras de la defensa del Rugby de sus principios y de sus tradiciones y no temer que el desarrollo técnico del juego, el progreso táctico, la mayor preparación puedan afectar a esos principios básicos y fundamentalmente del juego si realmente han sido entendidos por nosotros y luego transmitidos correctamente a los jugadores en la campo, en el tercer tiempo y prácticamente en todas las oportunidades que tomemos contacto con ellos, aun fuera del club.
Hay muchas formas de enfocar la parte fundamental y filosófica del juego. 
Hay muchas formas de enunciar los principios fundamentales y todas han sido utilizadas exitosamente a lo largo de la vida del Rugby A mí se me ocurrió condensarla en una sola frase que dice: El Rugby es un medio y no un fin en sí mismo. E inmediatamente surge la pregunta: un medio para qué? y también allí uno puede contestar de muchas maneras distintas, pero apuntando a tres cosas básicas: 

1- Un medio para educar.-  2- Un medio para relacionar.-  3- Un medio para divertir.
Un medio para educar: porque desgraciado aquel deporte que no deja algo trascendental en la vida de quien lo practique. Se ha dicho y con razón que un deporte vale por la educación que deja en aquel que lo practica, y el Rugby lo hace, porque las características propias del juego - que son principalmente de adversidad - enseñan a quien lo practica, bien orientado a entrenar y vencer la adversidad. 
No es cierto aquello de que los hombres no tenemos miedo; no es extraño tenerlo, pero lo interesante es aprender a vencerlo y el Rugby justamente da la oportunidad de vencer el temor. Por que educa el Rugby? Primero por lo que acabo de decir, segundo porque en el se hace un culto del juego en equipo, entonces uno aprende a vivir en función de los demás, uno aprende a sentir mas placer en dar que en recibir, uno aprende a sacrificarse aun a riesgo de su propio físico - por el interés máximo que existe en la campo de juego que es el equipo. 
Por que educa el Rugby? Porque fue el primer y casi único deporte que descubrió una verdad muy importante que dice que al Rugby, no se puede jugar sin adversarios. Uno puede concebir el Rugby sin unión, sin dirigentes, sin entrenadores, sin periodismo, sin público y aún sin árbitro. En cambio, no se puede concebir el juego de Rugby y surge entonces como consecuencia natural de esa verdad la tradicional reunión de los equipos luego del partido que se llama felizmente Tercer Tiempo y es la manera de agradecerse unos a otros la oportunidad que tuvieron de disfrutar del juego. 
El Rugby educa porque en un mundo materialista, muy difícil es desenvolverse sin tener que caer en ventajitas personales, permanentemente le esta marcando al jugador que por mas bueno y brillante que sea, no podrá hacer nada sin la ayuda de su equipo y le enseña, además, que en el Rugby que queremos y debemos defender, vale más el hombre que el jugador. El Rugby no fomenta ni fomentó nunca jugadores que pateen bien, que pasen bien o que formen bien un melé, sino que fomento siempre hombres de bien que trabajen, estudien y que, como complemento de su actividad principal, traten de patear bien, traten de pasar bien……. El Rugby siempre se enorgulleció de tener grandes hombres y siempre destacó, junto a la condición natural del jugador de hacer las cosas bien dentro de un campo, la actividad privada de ese jugador.
 El Rugby nunca quiso ser la meta final del que lo jugaba sino el medio mediante el cual el hombre, al mismo tiempo que mejoraba su físico y su mente, mejoraba espiritualmente.
El Rugby vive una de sus mas grandes batallas, que es la del propio juego con sus principios y tradiciones contra la presión del medio ambiente exterior a través de gente que trata de sacar ventajas comerciales de este juego; y de esta batalla, el Rugby emerge como verdadero deporte amateur, emerge triunfante gracias a gente que durante muchas generaciones ha inyectado el principio de que el Rugby es un medio y no un fin.
También decimos que el Rugby es un medio para relacionar y, justamente, el hecho de que no se pueda jugar al Rugby sin adversarios y que con ese adversario hay un pacto de caballeros de jugar lo mas duro posible dentro de la cancha, puesto que cuanto mas duro el juego mejor juego es, establece entre quienes deciden vivir esta vida apasionante del Rugby amateur una relación que no se borra fácilmente. 
El Rugby se jacta de que son muchísimas más las amistades y las relaciones, que los enconos que pueda provocar. El jugador de Rugby que encuentra en un adversario ocasional a un hombre duro y honesto en la cancha, luego del partido valora en ese oponente a un amigo para toda la vida y viceversa. El Rugby fomenta las relaciones, amistades y uniones más fuertes.
El Rugby es un medio para relacionar, un medio para vincular gentes, pueblos y sociedades aparentemente muy distintos pero cuando encuentran el punto común que se llama juego de Rugby todas esas diferencias se allanan con muchísima facilidad.
El juego de Rugby es para relacionar y debemos tener presenté eso para ver al oponente justamente como un adversario y no como un enemigo. Ello no quiere decir que no fomentemos el Rugby bien enseñado, que es el tratamiento muy duro y leal del oponente o del adversario en la cancha, pero también demos el ejemplo de que hemos podido disfrutar de ese partido y de esa tarde de Rugby o de esa gira gracias a esos adversarios y extendamos nuestra relación más allá de la del juego mismo, a la vida de cada uno de nosotros.
Pero una de las cosas más grandes que tiene el Rugby es que tiene tradición que se respetan las jerarquías y los cargos, los capitanes y los dirigentes de años y las personas con galones. El Rugby, detrás de todo eso, se toma con cierta -diríamos - diversión, con cierta ligereza, sin ceño fruncido, sin solemnidad militar. En el Rugby aun en los estratos más altos, siempre hay lugar para la broma, para la diversión, porque fundamentalmente, dentro y fuera de la cancha el Rugby es para divertirse. 

Entonces el Rugby es un equilibrio perfecto y así un hombre que entra de lleno en la vida del Rugby amateur se educa, mejora como individuo, se relaciona y conoce gente de distintas partes, da y recibe de otro, y al mismo tiempo, haciendo estas dos cosas muy importantes se divierte. Es un hombre que disfruta porque el Rugby es juego y debe seguir siendo juego y no trabajo.
Dé nada vale un entrenador o un jugador de Rugby que no tenga bien en claro todo esto, porque podrá saber mucho de técnica y mucho de táctica, pero en un momento dado va a hacer agua en alguno de estos principios fundamentales que son los de toda la vida del Rugby y que nosotros tenemos la obligación de mantener y aún de acrecentar.

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